Reflexiones sobre la enseñanza de la arquitectura
Resumen
EL PROCESO DE DISEÑO ARQUITECTÓNICO
Incluso si admitimos que la arquitectura tiene en común con la ciencia la búsqueda de una solución a un problema, no debemos perder de vista el hecho de que la concepción arquitectónica se encuentra situada en la concurrencia de las artes y las ciencias. La arquitectura tiene la especificidad de responder a un problema que generalmente no está completamente formulado y cuyos modos de resolución y resultados son múltiples. Uno se siente tentado a pensar que existen tantos modos de gestión del proceso de concepción como arquitectos existen; sin embargo, los diversos estudios realizados sobre el análisis del proceso de diseño arquitectónico muestran que se pueden agrupar enfoques estándar a partir de los cuales son posibles las estrategias personales.
Las referencias a la historia nos recuerdan que a fines del siglo XV, cuando se estructura el primer discurso sobre la arquitectura, aparecen los criterios de definición comunes a cualquier proyecto arquitectónico. Leon Battista Alberti define la arquitectura como una «cosa mental», cuyo objeto es el arte de la vida social que se basa en los criterios de «necessitas, commoditas, voluptas». La necesidad se entiende aquí como la dependencia de la construcción de las leyes físicas y mecánicas (técnica). La comodidad se expresa por la demanda social (usos). La voluptuosidad se define como la capacidad de la arquitectura para significar por su propia cuenta una poética declarada por un lenguaje arquitectónico proporcionando un placer derivado de la sensación de belleza (estética). Finalmente, según Alberti, la calidad del diseño depende de las «concinnitas», que es la armonía y la coherencia entre estos diversos criterios. Esta trilogía ha sido reformulada, renombrada, matizada, pero jamás desmentida durante siglos, y los arquitectos reconocemos fácilmente en esta definición la especificidad de nuestra actividad.