Comunicación para la democracia: jóvenes y movimientos sociales en la era digital
Abstract
El compromiso cívico es un instrumento esencial para impulsar el desarrollo de la sociedad y fortalecer la democracia en el mundo contemporáneo. En esta perspectiva, como recursos de comunicación e interacción de creciente impacto global, los medios sociales son ahora vehículos muy importantes para promover la conducta cívica, intercambiar opiniones, motivar la discusión en la comunidad, desarrollar las actitudes de los ciudadanos e impulsar las acciones colectivas que son imperativas para la construcción y el reforzamiento de los ideales y prácticas democráticas.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (1), 2 mil 700 millones de personas, es decir alrededor del 40 % de la población global, están conectadas a Internet y los 6 mil 800 millones de usuarios de teléfonos móviles están muy cerca de alcanzar al total mundial de población. Evidentemente, en la práctica estas no son simples estadísticas, denotan la existencia de un gran volumen de recursos tecnológicos en manos de la sociedad civil y de la humanidad en su conjunto, que pueden utilizarlos en su actividad cotidiana.
La naturaleza interactiva y la inmediatez de los avanzados recursos de la Web 2.0 permiten la puesta en marcha de múltiples y crecientes conexiones entre los seres humanos y promueven la activa participación social de los individuos, grupos y comunidades, más allá de las fronteras, inclusive desafiando las restricciones al uso de Internet que intentan imponer los regímenes autoritarios.
No somos los primeros en utilizar, en una interpretación propia, los términos de Umberto Eco (2), para aseverar que ante la evidencia del desarrollo tecnológico que suponen Internet y los medios sociales, pueden adoptarse dos modalidades de comportamiento. Por un lado estarían los apocalípticos o modernos ludditas –a decir de aquellos grupos de trabajadores que en los inicios de la Revolución Industrial se dedicaban a destruir maquinarias-, quienes se resisten a su uso y continúan empleando recursos obsoletos; y por otro lado, los integrados, quienes adoptan entusiastamente las innovaciones e inclusive motivan a los demás para que las utilicen. Desde luego, los apocalípticos de hoy tienden a ser cada vez menos y pueden convertirse en los integrados a ultranza del mañana, pues tarde o temprano, deberán emplear los recursos tecnológicos a los que potencialmente tienen acceso, los cuales conllevan una serie de ventajas: facilitan las tareas cotidianas, perfeccionan los productos informativos, permiten mayores estándares de competitividad y amplían los horizontes del individuo.
El presente artículo realiza una breve apreciación sobre el involucramiento cívico de los jóvenes en vinculación con su uso de las redes o medios sociales, cuya tasa de uso es mayor en comparación con otras edades. Nos interesa conocer cómo los nativos digitales incrementan su participación cívica activa en los movimientos sociales. Intentamos hacer la descripción, el análisis y la interpretación del referido tema partiendo de la evidencia científica más reciente, los hechos de la realidad y los aportes teóricos de diversas disciplinas. Se propone un modelo tomando en cuenta la necesidad de la construcción de conocimientos científicos en el ámbito estudiado.
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